viernes, 14 de marzo de 2014

Breve conclusión personal de la película ¨Los chicos del coro.¨


Esta película muestra aspectos y situaciones relevantes de la vida docente, nos da  a comprender que gestionar un centro educativo  es más que simplemente impartir órdenes o administrar recursos, tiene que ver con la parte humana, con el don de gente de su máximo líder y guía, el director. Son tantas las situaciones anti pedagógicas y gestoras que se manifiestan en la película, que parecería imposible tanta negligencia. Aunque en la actualidad  no existen este tipo de “escuelas” si desgraciadamente hay directores sin el más mínimo amor por la docencia y  los alumnos,  es decir sin nada de vocación educacional.

Este tipo de gestión institucional mella negativamente en  el aprendizaje  y  de paso  la moral de los alumnos  y  hasta de los docentes, porque son víctimas de malos tratos y  de humillaciones.                                           
Una administración que  se burla de los proyectos educativos propuestos por los educadores para mejorar la calidad educativa; donde hasta existe el maltrato físico y verbal a los alumnos  y  el hurto de los recursos institucionales, no puede llamarse gestión sino “distorsión.”  Si, distorsión de la verdadera función  del centro educativo, que es formar  y  crear  entes productivos, capaces, equilibrados moral  y psicológicamente.  En esto  el director del centro tiene un papel protagónico  y  primordial,  para lograr con el cumplimiento de los objetivos educacionales propuestos.


Pero no todo es negativo, esta película también deja ver lo positivo, como por ejemplo un educador  forjado en el respeto, la justicia  y porque no, en  la esperanza en aquellos que son rechazados por la mayoría. Decir  que somos buenos educadores es fácil hasta que nos enfrentamos a situaciones difíciles como las que tuvo que superar este maestro de música con cualidades didácticas  muy buenas  y mejores humanas. La gestión pedagógica  de este maestro es realmente admirable, porque practicó la docencia con ahínco y  fervor  aun cuando la situación en la  mayoría de las ocasiones  era  un verdadero reto.    El docente de esta película  educó con amor, transformó vidas con música, ayudó con ingenio, tolerancia  y  fe  en las personas. Cometió errores como cualquier ser humano, pero esto no le quita ser un verdadero maestro.

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